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Mon Sucrée es una encantadora cafetería ubicada en el corazón de Alicante, en la Calle de Ángel Lozano, 15. Con un horario amplio que va desde las 8:00 hasta las 21:00 de lunes a viernes y los sábados de 9:00 a 21:00, es el lugar perfecto para disfrutar de un delicioso café o de un dulce tentempié en cualquier momento del día.
Con una valoración media de 4.4/5 basada en las 391 opiniones de clientes en Google Maps, Mon Sucrée se destaca por ofrecer un ambiente acogedor y una atención excepcional.
Los clientes elogian la calidad de los postres, destacando las espectaculares tartas y los deliciosos croissants caseros. Además, la decoración del local, que simula un jardín en una casa de campo, crea un ambiente único y encantador que invita a quedarse y disfrutar de cada bocado.
Si eres amante de los dulces, no puedes perderte la oportunidad de probar las creaciones de Mon Sucrée. Desde un café acompañado de una tarta hasta una crêpe salada de dos quesos, cada bocado está lleno de sabor y calidad.
No lo pienses más y visita Mon Sucrée en Alicante. Descubre por qué tantos clientes lo recomiendan y déjate llevar por la magia de este encantador lugar. ¡Te esperamos para disfrutar juntos de una experiencia única!
Ubicación de la cafetería:
Dirección: C. de Ángel Lozano, 15, 03001 Alicante
Coordenadas: -0.4887109, 383.463.259
Provincia: Alicante
Localidad: Alicante (Alacant)
Mapa
Información de la cafetería
Datos de contacto
Teléfono: 965 59 83 30Página Web: https://monsucree.es/
Horario:
Horario Hoy
: De 8:00 a 21:00Lunes: De 8:00 a 21:00Martes: De 8:00 a 21:00Miércoles: De 8:00 a 21:00Jueves: De 8:00 a 21:00Viernes: De 8:00 a 21:00Sábado: De 9:00 a 21:00Domingo: Cerrado
Opiniones de los Clientes:
Valoración en Google: 4,4 en 391 valoraciones
Algunas de las opiniones de los clientes:
De los mejores sitios que he ido en el centro de Alicante (y en toda la ciudad) para comer algún dulce. La tartas son espectaculares. Siempre que voy con mi hijos por esa zona, paramos a merendar algún café y tarta. Lo recomiendo.
La visita a este establecimiento a la hora de merendar, como ya había hecho en otras ocasiones, ha sido muy gratificante. Un local precioso decorado como si fuese un jardín en una casa de campo. Una atención bastante buena y agradable y un producto de diez. Me moría por probar los croissants y no me han decepcionado. En este caso era de Ferrero y se notaba 100% casero, ya que el relleno sabía muchísimo a avellana y no estaba dulce de más como en otros locales. El café bueno y la crêpe salada de dos quesos espectacular. Es un sitio al que volveré siempre que pueda.